Es casi un recurso obligado calificar como fundamental una obra de este tipo pues no todas merecen tal calificativo. Esta sin embargo es del todo recomendable pues ofrece una completa visión de conjunto de la Numismática Antigua. Tras una breve introducción por su editor científico, W.E. Metcalf, y otra sobre la naturaleza de la moneda, nos encontramos con el primer apartado dedicado a la Moneda griega en los períodos arcaico y clásico. Los capítulos combinan los criterios cronológico y geográfico, con temas más generales como el primero, dedicado a los pasos previos e inmediatamente posteriores a la aparición de la moneda (J.H. Kroll).
Un segundo bloque temático es dedicado a la moneda del período helenístico, donde además de tratar de las amonedaciones de Alejandro y sus sucesores, se incluyen sendos capítulos dedicados a las amonedaciones griegas de Palestina y la numismática de los Partos.
Por último el apartado tercero, el más extenso, es dedicado a Roma y sus periferias. Tras dos capítulos dedicados a la moneda republicana, el grueso de los apartados se centran en el estudio de la moneda imperial, tanto en lo que se refiere a las amonedaciones imperiales como provinciales. En este punto nos interesa destacar el capítulo núm. 19 en el que P.P. Ripollès lleva a cabo un completo repaso de la numismática hispana antigua. Dos apéndices (marcas de valor en la moneda tardorromana y primeros símbolos cristianos en la moneda romana), un glosario y cuatro índices completan este importante trabajo.